En un mundo que persigue la próxima moda alimentaria, un sándwich demuestra que algunas cosas nunca pasan de moda. El McRib, la leyenda picante de McDonald’s, está de regreso, listo para satisfacer nuestros antojos de temporada. Pero, ¿por qué este sándwich, con su poco convencional hamburguesa en forma de costilla y su picante salsa barbacoa, provoca tal frenesí?
Es más que comida: es un momento. Un pequeño billete al pasado que nos recuerda por qué volvemos una y otra vez para saborear los días pasados.
Por qué amamos el McRib
En esencia, el McRib es easy: una tierna hamburguesa de cerdo con forma de costillas, cubierta con salsa barbacoa picante, cubierta con pepinillos y cebollas, todo ello en un suave panecillo hoagie. Pero es el equilibrio de sabores y la textura única lo que lo hace inolvidable. Como cube McDonald’s, no es sólo un sándwich: es un evento.
Y este año, llevarán el atrevimiento al siguiente nivel. Por primera vez, los fanáticos pueden comprar ‘A Entire Lotta McRib Sauce’, una jarra de medio galón de la icónica salsa barbacoa. “McRib SZN es un día festivo en sí mismo, por lo que queríamos abrazar ese espíritu y brindarles a los fanáticos una manera aún mayor de celebrar este año con A Entire Lotta McRib Sauce”, Tariq Hassan, director de advertising and marketing y experiencia del cliente de McDonald’s en un comunicado.
Según Tastewise, las conversaciones sociales sobre McRib aumentaron durante el año pasado, destacando su atractivo duradero. Ya sea que lo esté rociando con sobras navideñas, alitas o regalándolo al superfanático de McRib en su vida, esta jarra de $19.99 es una oferta exclusiva en línea, disponible hasta agotar existencias.
El atractivo de los alimentos nostálgicos
No es sólo el McRib. Desde cereales retro hasta el regreso de los grandes éxitos de Taco Bell, las marcas están aprovechando nuestro anhelo colectivo por tiempos más simples. Los alimentos nostálgicos prosperan porque son más que comestibles: son emocionales.
Según un estudio de 2024 en Fronteras en psicologíala nostalgia actúa como un mecanismo adaptativo que nos ayuda a afrontar los sentimientos de desconexión o incertidumbre. Los alimentos vinculados a recuerdos formativos crean un vínculo simbólico con el pasado, ofreciendo comodidad y un sentido de pertenencia. No es de extrañar que cuando la vida nos resulta abrumadora, busquemos sabores que nos hagan sentir como en casa.
El McRib, lanzado por primera vez en 1981, capta esto a la perfección. Su encanto retro ofrece una deliciosa distracción del caos moderno, lo que demuestra que la nostalgia no sólo vende sino que también calma.
Una tradición navideña en ofertas por tiempo limitado
¿Se está convirtiendo el McRib en una tradición de diciembre? Al igual que las especias de calabaza indican el otoño y el pastel navideño, el McRib se ha hecho un hueco como alimento básico de temporada. Su retorno anual se comercializa con casi tanta fanfarria como el estreno de una película de gran éxito.
Pero la mística del McRib va más allá de su picante salsa barbacoa: se trata del momento oportuno. Al ponerlo a disposición sólo durante una corta temporada, McDonald’s convierte el sándwich en un evento. La escasez impulsa la demanda. Si está aquí hoy y no está mañana, es más possible que lo pida dos veces.
Esta tendencia se conecta con algo más grande: la comida como ritual. Las ofertas de temporada nos ayudan a marcar el paso del tiempo, mezclando el sabor con la creación de recuerdos. El McRib se ha transformado de un easy elemento del menú a una señal de que las fiestas están aquí: salsa picante y todo.
Lo que cube sobre nosotros
Nuestro amor por McRib cube mucho sobre la vida moderna. En un mundo que cambia constantemente, los alimentos nostálgicos nos dan una sensación de estabilidad. Son comida reconfortante en todos los sentidos de la palabra. El resurgimiento de las marcas retro, desde envases inspirados en los años 80 hasta campañas publicitarias retro, muestra cuánto valoramos el pasado, especialmente en tiempos de incertidumbre.
Curiosamente, los orígenes del McRib pueden incluso remontarse a las innovaciones alimentarias del ejército estadounidense. De acuerdo a militar.comlos productos cárnicos reestructurados como el McRib se desarrollaron para brindar opciones asequibles y sabrosas a los soldados, vinculando este sándwich icónico a una historia más profunda de ingenio y adaptación.
El último regreso de McRib nos recuerda una easy verdad: a todos nos encanta un buen retroceso. No se trata sólo del sabor; se trata de la conexión. Nos recuerdan dónde hemos estado y por qué siempre regresamos.
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