El director ejecutivo de Northvolt, Peter Carlsson, renunció hoy en medio de las consecuencias actuales de la declaración de bancarrota del Capítulo 11 de EE. UU. del fabricante sueco de baterías para vehículos eléctricos.
El cofundador de la empresa, Carlsson, ha sido director basic de Northvolt desde 2016, lo que la llevó a crear la primera gigafábrica de baterías en Europa, pero admitió hoy que necesitaba alrededor de 1.200 millones de dólares de financiación para restablecer su funcionamiento.
Carlsson permanece en la junta directiva de Northvolt y sigue siendo asesor principal, mientras que la directora financiera Pia Aaltonen-Forsell asume el papel de directora ejecutiva interina, supervisando a alrededor de 6.600 empleados en siete países.
Carlsson admitió que la compañía sólo tenía suficiente efectivo disponible para respaldar las operaciones de una semana y dijo que había asegurado un salvavidas financiero de 100 millones de dólares para respaldarla durante el proceso de quiebra.
Se espera que la reestructuración de Northvolt esté completa a finales de marzo de 2025.
Northvolt tiene instalaciones en Suecia, Canadá y Alemania.
“Hoy marca una nueva etapa significativa para Northvolt y para mí personalmente”, admitió Peter Carlsson.
“La presentación del Capítulo 11 permite un período durante el cual la empresa puede reorganizarse, intensificar sus operaciones respetando los compromisos de clientes y proveedores y, en última instancia, posicionarse a largo plazo.
“Eso hace que sea un buen momento para entregar el relevo a la próxima generación de líderes”.
Mientras Aaltonen-Forsell asume el cargo de CEO interino, el presidente de Northvolt, Matthias Arleth, se convertirá en director de operaciones, y Scott Millar será nombrado director de reestructuración.
NorthVolt produce celdas de iones de litio, de iones de sodio y de steel de litio. Sus celdas son utilizadas por las marcas Porsche y Audi de su mayor accionista, el Grupo Volkswagen, y el año pasado reveló un paquete de baterías de 1,5 millones de kilómetros para camiones y tractores eléctricos Scania.
Pero ha luchado constantemente para alcanzar sus objetivos semanales de producción de células, lo que le llevó a perder un contrato de suministro de 2.100 millones de dólares con BMW en junio.