A lo largo de su guerra con Ucrania, Rusia ha tratado de quebrar la determinación de Ucrania mediante ataques a gran escala con misiles y drones contra objetivos militares clave e infraestructura crítica. Si bien la extensa crimson de defensa aérea de Ucrania ha sido eficaz para contrarrestar estos ataques, la aparición del dron Gerbera de bajo costo plantea un nuevo desafío. La asequibilidad y la simplicidad de la Gerbera la convierten en un señuelo eficaz en los ataques aéreos. Además, cuando es neutralizado por los sistemas de defensa aérea ucranianos, no sólo agota a Ucrania de recursos militares clave, sino que también proporciona a Rusia inteligencia sobre esos sistemas.
El verano pasado, el ejército ruso comenzó a desplegar el Gerbera, que tiene una forma comparable pero un poco más pequeño que el Shahed-136 iraní. Las fuerzas ucranianas recuperaron recientemente una Gerbera y obtuvieron una comprensión más clara de su papel en las operaciones rusas. El cuerpo del dron está construido con poliestireno y madera contrachapada, a diferencia del aluminio o los materiales compuestos que se utilizan normalmente en la mayoría de los drones militares. Cuenta con componentes electrónicos y componentes disponibles comercialmente que se encuentran comúnmente en otros sistemas militares rusos. Aunque tiene una carga útil menor que el Shahed-136, el Gerbera es considerablemente menos costoso, y algunos estiman que cuesta una décima parte.
Desde mediados de julio, Rusia ha incorporado el dron Gerbera a sus paquetes de ataques estratégicos, desplegándolo junto con los drones Shahed. Si bien el número exacto de drones Gerbera utilizados aún no está claro, su introducción ha aumentado significativamente el volumen de drones lanzados por Rusia. Ucrania hizo frente a este aumento con su sólida crimson de sistemas de defensa aérea cinéticos y no cinéticos. Los sistemas cinéticos destruyen los drones disparando proyectiles, como balas o misiles. Las defensas cinéticas de Ucrania incluyen una variedad de sistemas, desde los Gepards proporcionados por los alemanes hasta los Patriots proporcionados por los Estados Unidos. Estos se complementan con sistemas no cinéticos, que utilizan guerra electrónica para interferir las señales de navegación y management de los drones, provocando que se estrellen o se desvíen de su rumbo.
El verdadero valor de la Gerbera radica en su papel como señuelo, particularmente en sistemas de defensa aérea cinéticos abrumadores que pueden atacar a un número limitado de objetivos en un momento dado. Al aumentar el número de objetivos potenciales mediante la inclusión de Gerbera, estos sistemas se ven obligados a priorizar qué amenazas eliminar. Como resultado, el sistema puede atacar al Gerbera en lugar de un Shahed-136 más destructivo, entre los cuales el radar no puede distinguir.
Los primeros informes sobre el uso de Gerbera indican que los rusos enviaron varios de estos drones en una oleada inicial para alejar las defensas aéreas ucranianas de una segunda oleada de drones Shahed-136. Aunque este ataque no tuvo éxito, los rusos adaptaron sus tácticas. El 17 de noviembre, el Instituto para el Estudio de la Guerra citó el papel de la Gerbera como señuelo para reducir la eficiencia de los sistemas de defensa aérea de Ucrania durante un ataque con drones.
El Gerbera pone a prueba aún más los ya limitados recursos de defensa aérea de Ucrania. Su bajo coste y su simplicidad permiten a Rusia producir estos drones en grandes cantidades. Por cada dron desplegado, Ucrania debe gastar municiones de sus sistemas de defensa aérea para neutralizarlo. Además, cuando estos sistemas atacan al dron, revelan su posición, lo que los hace vulnerables a los ataques rusos. Muchos de estos sistemas, junto con sus municiones, han sido suministrados mediante ayuda militar extranjera. Dado que el futuro de dicha ayuda es incierto, Ucrania corre el riesgo de agotar sus activos de defensa aérea.
Además de los sistemas cinéticos, la crimson de defensa aérea ucraniana ha incorporado varios sistemas de guerra electrónica no cinéticos. La guerra electrónica generalmente opera en un escenario constante del gato y el ratón, donde la tecnología debe ir un paso por delante de los sistemas que intenta bloquear. A medida que los rusos colocan cada Gerbera, es possible que estén adaptando los sistemas de management y navegación de modo que puedan sondear las defensas ucranianas. Cuando los sistemas de guerra electrónica ucranianos sean capaces de neutralizar un Gerbera, los rusos podrán recopilar información clave sobre las capacidades del equipo de guerra electrónica ucraniano. Luego podrán modificar los drones Gerbera utilizados en el próximo ataque para continuar investigando las defensas. Una vez que encuentran una vulnerabilidad, pueden modificar sus drones más letales para evitar ser bloqueados.
Los beneficios del dron Gerbera se extienden más allá de los ataques aéreos estratégicos y también ofrecen ventajas a las fuerzas terrestres rusas. Los sistemas de defensa aérea ucranianos han impedido efectivamente que Rusia utilice apoyo aéreo cercano en operaciones terrestres. Al agotar los recursos de defensa aérea de Ucrania, Rusia podría potencialmente reintroducir unidades aéreas en estas operaciones, proporcionando una importante ventaja en el campo de batalla. Además, la tecnología de guerra electrónica ucraniana, ampliamente integrada en sus operaciones, se utiliza comúnmente para interferir las comunicaciones rusas. Al probar esta tecnología, el ejército ruso puede descubrir formas de mantener la comunicación a pesar de la interferencia activa.
La historia del dron Gerbera tiene paralelismos con la Segunda Guerra Mundial, cuando la Unión Soviética desplegó aviones de bajo costo basados en madera contrachapada junto con cazas más avanzados para combatir a la Luftwaffe alemana. Estos aviones producidos en masa, aunque tecnológicamente inferiores a sus homólogos alemanes, tuvieron éxito por su gran número, abrumando a la Luftwaffe. De manera comparable, el dron Gerbera demuestra el principio de desgaste a través de la simplicidad y el volumen. A pesar de sus limitaciones tecnológicas, este nuevo dron ruso logra sus objetivos agotando los recursos de defensa aérea de Ucrania y recopilando inteligencia valiosa, reflejando la eficacia de los aviones soviéticos durante la guerra.