El insomnio puede ser más común de lo que cree. Esto es lo que debe saber

Aproximadamente uno de cada cuatro estadounidenses experimenta dificultades para dormir cada año, según informes de Penn Medication. Para la mayoría de los estadounidenses, esta dificultad dura poco y sólo dura días o semanas. Sin embargo, para el 10% de los estadounidenses, el insomnio o los problemas para conciliar o permanecer dormidos pueden ser prolongados y ocurren al menos tres días a la semana durante al menos tres meses. Esta última condición se conoce como insomnio crónico, lo que indica un problema a largo plazo.

La falta de sueño puede afectarnos de muchas maneras. La mayoría de las personas que duermen menos de lo debido experimentan fatiga, dificultad para concentrarse, mal humor y realizan tareas a niveles deficientes.

Dados los millones de estadounidenses que reportan síntomas de insomnio, una cantidad inadecuada de sueño puede tener un efecto profundo en la salud. Según el Consejo Nacional sobre el Envejecimiento, la falta de sueño se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas, presión arterial alta, obesidad y depresión. Una de las muchas razones de esto se relaciona con la regulación hormonal, y el sueño es elementary para liberar y crear hormonas importantes en el cuerpo para las funciones corporales adecuadas. Por ejemplo, dormir menos da como resultado una disminución de la producción de la hormona insulina, que es elementary para disminuir los niveles de azúcar en sangre y prevenir la aparición de diabetes, que es una afección crónica en la que los niveles de azúcar en sangre están elevados.

Causas del insomnio

El insomnio puede ocurrir sin causa, pero a menudo puede ser desencadenado por varios factores.

Para algunos, el insomnio puede ser más común en familias, ya que la genética parece influir. Para otros, las causas relacionadas con el estilo de vida pueden contribuir al insomnio. Estos incluyen horarios de trabajo irregulares y turnos nocturnos que pueden impedir que el reloj biológico del cuerpo reconozca el momento adecuado para dormir, así como una mala higiene del sueño. Los hábitos que contribuyen al insomnio incluyen el tiempo excesivo frente a la pantalla antes de acostarse, la iluminación y la temperatura ambiente deficientes en el dormitorio, así como el consumo de cafeína, alcohol o grandes porciones de comida antes de dormir.

Las condiciones médicas subyacentes también pueden contribuir a la calidad y capacidad de dormir adecuadamente. Por ejemplo, aquellos que padecen reflujo, enfermedad de Parkinson, apnea del sueño o síndrome de piernas inquietas pueden sufrir insomnio debido a sus dolencias médicas.

Las causas psicológicas también son un desencadenante importante del insomnio. Los altos niveles de estrés y ansiedad por el trabajo o la muerte de un ser querido pueden mantener la mente activa, impidiendo la relajación necesaria para dormir. Las dolencias de salud psychological como la depresión y el trastorno de estrés postraumático también están directamente relacionadas con el insomnio.

Consejos para mitigar el insomnio

Implementar una higiene saludable del sueño y realizar cambios en el estilo de vida puede mejorar significativamente la calidad del sueño. A continuación se presentan algunos consejos que pueden ayudar a controlar el insomnio.

Algunos de los consejos más importantes para combatir el insomnio giran en torno a mantener buenas prácticas de higiene del sueño. Estas incluyen dormir y despertarse al mismo tiempo para common el reloj interno del cuerpo, limitar la exposición a las pantallas ya que la luz emitida por teléfonos y tabletas puede interferir con la producción de melatonina (la hormona creada en el cuerpo que promueve el sueño), asegurando la El dormitorio es fresco, oscuro y silencioso, además de crear una rutina relajante a la hora de acostarse.

Algunos consejos prácticos adicionales incluyen limitar la cafeína y el alcohol, que pueden alterar los patrones de sueño, así como hacer ejercicio con regularidad, lo que puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. Finalmente, practicar técnicas de relajación como el yoga o la meditación de atención plena puede relajar los músculos, disminuir el estrés y, en última instancia, proporcionar un mejor sueño.

Tratamientos para el insomnio

Aunque no existe cura para el insomnio, los tratamientos que utilizan los médicos para combatirlo incluyen la implementación de cambios en el estilo de vida, medicamentos de venta libre y recetados, así como algunas formas de terapia conductual. Un ejemplo de medicamentos de venta libre son los antihistamínicos que pueden ayudar con el insomnio, mientras que algunos medicamentos recetados que los médicos pueden usar son diferentes tipos de sedantes e hipnóticos.

La melatonina, una hormona que el cuerpo produce naturalmente para promover el sueño, también se puede usar en dosis bajas para ayudar a dormir, especialmente para aquellos que no pueden conciliar el sueño o que se despiertan tarde. Las mujeres embarazadas, en período de lactancia, que tienen depresión o están recibiendo tratamiento para las convulsiones no deben tomar melatonina.

Por último, según The New York Occasions, la terapia cognitivo-conductual para el insomnio se considera el tratamiento más eficaz para quienes continuamente luchan por conciliar el sueño o permanecer dormidos. Este tratamiento aborda los pensamientos y comportamientos que contribuyen al insomnio y utiliza técnicas como el management de estímulos.

Dados los millones de estadounidenses que sufren de insomnio, la educación y la implementación de una higiene adecuada del sueño siguen siendo fundamentales para promover un sueño reparador. Cuando dormimos mejor, nuestra salud física, emocional y psychological mejora.

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