Puede que la ciudad de Nueva York sea la capital no oficial de las tradiciones navideñas, pero hay más en esta temporada que el árbol Rockefeller y los escaparates de los grandes almacenes. Estas cinco actividades aportan un nuevo giro a la diversión festiva y son ideales para familias que buscan crear recuerdos navideños únicos. Además, están mucho menos concurridos que pelear por ver a las Rockettes.
1. Café y bar Curling
Piense en ello como el peculiar primo del patinaje sobre hielo, pero sin el hielo actual (o el riesgo de que alguien sufra una caída inesperada). El curling sin hielo en el Curling Café es una actividad de baja presión para todas las edades que involucra a todos, ya sea que estés elaborando estrategias, deslizándote o simplemente animando desde la barrera. Con un domo climatizado para relajarse entre juegos, es como tener su propio y acogedor lugar de reunión invernal.
Si bien las salidas navideñas tradicionales, como patinar sobre hielo en Bryant Park, son mágicas, también están llenas y son competitivas por el espacio en la pista. Curling, por otro lado, ofrece una experiencia más íntima, completa con comida reconfortante como macarrones con queso y chocolate caliente. Es la combinación perfecta de diversión festiva y vibraciones relajadas.
2. El Cascanueces del Gran Ballet de Kyiv en Brooklyn
Los ballets son una tradición navideña clásica, pero esta versión de El Cascanueces añade una poderosa historia de resiliencia y cultura. Ver el Gran Ballet de Kiev ofrece algo más que bailes encantadores y la icónica partitura de Tchaikovsky: ofrece tanto a niños como a padres la oportunidad de conectarse con la importancia del arte como medio de perseverancia. Con entradas desde menos de $40, también es una forma económica de exponer a su familia a actuaciones de primer nivel.
La mayoría de las familias se limitan a ver El Cascanueces en el Lincoln Heart, pero esta actuación de Brooklyn viene con corazón y una misión. Saber que parte de las ganancias ayudarán a reconstruir la Escuela Coreográfica Estatal de Kiev en Ucrania añade un toque significativo a la experiencia y la convierte en algo más que un easy espectáculo.
3. Luna Luna: Fantasía olvidada en The Shed
Luna Luna es como entrar en un país de ensueño que fusiona arte, atracciones de carnaval y fantasía, perfecto para niños curiosos y adultos artísticos. ¿Dónde más puedes ver una noria pintada por Jean-Michel Basquiat o montar en un carrusel diseñado por Arik Brauer? Es interactivo, creativo y, como ningún otro, mantiene a los niños entretenidos e inspira a los padres con sus raíces artísticas.
Las exhibiciones de luces navideñas son abundantes, pero Luna Luna lleva las imágenes festivas a otro nivel. En lugar de caminar a través de una configuración genérica de luces parpadeantes, su familia puede explorar exhibiciones y atracciones creadas por algunos de los artistas más famosos del siglo XX. Es un recinto ferial, un museo de arte y una experiencia que crea recuerdos, todo en uno.
4. El árbol navideño de origami en el Museo Americano de Historia Pure
Si sus hijos tienen una habilidad especial para las manualidades o una profunda fascinación por los animales, este árbol los dejará con los ojos muy abiertos. Con más de 1000 modelos de origami de criaturas saltarinas, el árbol es una celebración de la creatividad y la biología. Es una actividad sencilla para familias a las que les encanta tomarse su tiempo para maravillarse con los intrincados detalles de algo verdaderamente único.
Los árboles navideños tradicionales, como el gigante del Rockefeller Heart, son impresionantes pero pueden parecer impersonales. El árbol navideño de origami, por otro lado, tiene carácter y encanto a raudales. Cada animal doblado cuenta una historia, lo que despierta una curiosidad que un árbol de hoja perenne regular no puede igualar. Bonificación: estás en el inside, así que no se te congelarán los dedos de los pies mientras lo admiras.
5. El enfrentamiento del gran condado
¿Qué es mejor que una casa de pan de jengibre? Una rueda maravillosa de pan de jengibre. The Bake-Off es como una versión guiada de The Nice British Bake-Off, donde sus hijos pueden maravillarse (y tal vez babear) con obras de arte comestibles. Es una excelente manera de inspirar a los pequeños panaderos y disfrutar de la dulzura navideña sin ensuciar su propia cocina.
Muchas familias optan por kits de pan de jengibre hechos por usted mismo en casa, pero ver el nivel de arte que se exhibe aquí eleva la tradición. Estas creaciones, como la Marvel Wheel de chicle y pan de jengibre de Susanna Caliendo, convierten una easy actividad navideña en un espectáculo gigantesco.
Cada una de estas experiencias vacacionales únicas ofrece algo diferente de las tradiciones típicas de Nueva York. Ya sea que esté acurrucándose bajo una cúpula con calefacción, viendo un ballet inspirador, entrando en un carnaval artístico surrealista, admirando animales de origami o disfrutando de obras maestras de pan de jengibre, estas actividades crean recuerdos duraderos sin el caos routine de las fiestas. Evite las colas en el Rockefeller Heart y adopte las nuevas (y posiblemente incluso mejores) formas de celebrar la temporada con su familia.