El liderazgo, a pesar de todas sus recompensas y reconocimientos, puede ser una experiencia muy aislante. Después de todo, hay muy pocos indicadores objetivos que puedan tranquilizarlo de forma rutinaria. ¿Cómo puede saber si tomó la decisión “correcta” con la contratación más reciente? ¿Cómo sabes que estás teniendo suficientes conversaciones difíciles? ¿O que ha hecho lo suficiente para preparar a sus equipos para el éxito?
En el lugar de trabajo cada vez más híbrido de hoy, donde las líneas entre el trabajo y el hogar se difuminan, el peso de tales preguntas puede resultar más pesado y abrumador. Más del 50% de los directivos afirman experimentar activamente agotamiento. Y si bien el agotamiento puede parecer una batalla private, no se limita al individuo.
Nuestra neurobiología conecta la experiencia de una persona con otra. A través del fenómeno psicológico del contagio emocional, el estado emocional de un líder (expresado a través de señales tanto habladas como tácitas) influye directamente en el bienestar de los demás. Esto es especialmente cierto para los líderes. El 70% de las percepciones de los empleados sobre el clima organizacional se pueden atribuir al comportamiento y la regulación emocional del líder.
Sabiendo esto y tal vez experimentando algo de ello, ¿dónde te deja eso? Aquí hay cinco recordatorios prácticos a los que puede aferrarse a medida que avanza su jornada laboral.
1. Acepta tus emociones
Las emociones tienen una vida útil pure. La neurocientífica Jill Bolte Taylor sugiere que la vida media fisiológica de cualquier emoción es de unos 90 segundos. Más allá de eso, la mente prolonga el ciclo creando narrativas en torno a la emoción.
Para interrumpir este ciclo, intente etiquetar sus sentimientos sin juzgarlos. Una herramienta que utilizamos en Mandala ha demostrado ser útil para todos, desde directores ejecutivos hasta estudiantes de séptimo grado: nombra dos emociones que estés experimentando y haz una pausa. Este easy acto calma tu sistema nervioso y fomenta la autoconciencia.
Compartir emociones de manera adecuada con su equipo puede tener un impacto sorprendente. No siempre es necesario que sean emociones positivas. De hecho, al reconocer emociones más allá del binario de “bueno” o “malo”, animas a tu equipo a presentarse de manera auténtica, mejorando la seguridad psicológica, una piedra angular de los equipos de alto rendimiento.
2. Respira durante dos minutos
Un estudio de 2016 reveló que el 80% de las personas contienen la respiración mientras leen correos electrónicos, un fenómeno llamado “apnea del correo electrónico”. La respiración superficial aumenta el estrés, pero los ejercicios de respiración deliberados pueden restablecer el sistema nervioso. Considere practicar la respiración de caja, una técnica utilizada por los Navy SEAL:
1. Inhala durante 4 segundos.
2. Aguante la respiración durante 4 segundos.
3. Exhala durante 4 segundos.
4. Vuelva a contener la respiración durante 4 segundos.
Si está pasando de una reunión a otra, tómese dos minutos fuera de cámara para respirar. La atleta olímpica Simone Biles ha atribuido abiertamente a las técnicas de respiración su capacidad para desempeñarse bajo una presión inmensa.
3. Conéctese con un compañero
El liderazgo puede sentirse solitario, lo que exacerba fenómenos como el síndrome del impostor, que surge de la duda y el miedo al fracaso. ¿Uno de los antídotos más eficaces? Conexión. Las investigaciones sugieren que el apoyo de pares puede mitigar el estrés y fomentar la resiliencia.
Comuníquese con un compañero de confianza, dentro o fuera de su organización, para una conversación de 15 minutos. Estos intercambios sin juicios pueden normalizar las emociones y brindar claridad. Y este único acto puede romper el ciclo del agotamiento.
4. Cultivar la gratitud
Puede parecer que la gratitud no tiene relación con el liderazgo, pero es una herramienta poderosa para pasar de una mentalidad de escasez a una de abundancia. Arthur Brooks, profesor y autor de la Escuela de Negocios de Harvard, enfatiza que practicar la gratitud reconfigura el cerebro, contrarrestando nuestro sesgo pure de negatividad, un mecanismo evolutivo que prioriza las amenazas sobre las recompensas.
Incorpora la gratitud a tu rutina:
• Escribe tres cosas por las que estés agradecido cada mañana.
• Comparte un momento de agradecimiento con tu equipo o un ser querido.
• Reflexionar sobre la abundancia durante momentos estresantes para recuperar la perspectiva.
Al concentrarse activamente en lo que está funcionando, crea espacio para energía y propósito renovados.
5. Mueve tu cuerpo
La actividad física es una de las formas más sencillas y eficaces de restablecer el sistema nervioso. Muchos líderes de alto perfil priorizan el ejercicio como parte de su rutina diaria. Damola Adamolekun, directora ejecutiva de Purple Lobster, corre ocho millas cada mañana antes del trabajo.
Tu rutina no tiene por qué ser tan intensa, pero incorporar movimiento, ya sea una caminata de 20 minutos o una sesión rápida de yoga, ayuda a reducir los niveles de cortisol y mejorar la toma de decisiones bajo estrés.
El retorno de la inversión de la regulación emocional
La regulación emocional no es sólo una habilidad private: es un imperativo estratégico para los líderes. Las investigaciones de más de 104 estudios revisados por pares muestran consistentemente que el liderazgo emocionalmente inteligente fomenta la confianza, la motivación y los equipos de alto rendimiento. De hecho, un estudio del UKG encontró que la salud psychological de los empleados está más influenciada por sus gerentes que por cualquier otra persona en sus vidas. Esto subraya una verdad profunda: la forma en que maneja sus propias emociones va mucho más allá de usted y moldea el bienestar y el éxito de aquellos a quienes lidera.
El liderazgo es inherentemente desafiante, pero tus sentimientos no tienen por qué controlarte. Al practicar la regulación emocional, ya sea a través de la respiración estructurada, la conexión con los compañeros, la gratitud o el movimiento, se crea el espacio para liderar con claridad y autenticidad. En última instancia, el mayor retorno de la inversión (ROI) de la regulación emocional no es sólo un mejor desempeño del equipo; es la oportunidad de liderar de una manera que transforme vidas positivamente, incluida la suya.